Libertad de expresión. Este principio básico en una sociedad democrática conlleva responsabilidades cada vez más relevantes, especialmente en el contexto actual, en el que se consume lo que los medios arrojan sin medida, pues al tener pocas posibilidades de ir y venir, son nuestra ventana al mundo exterior.
De las redes sociales más influyentes en la política, sin duda la más importante es Twitter; famosa por difundir mensajes polémicos en menos de 240 caracteres. Sin embargo, muchos usuarios aprovechan esa contundencia para sembrar zozobra con mensajes de odio y manipular por medio de noticias falsas, con mensajes agresivos y vulgares que incluso atentan contra la integridad de sus víctimas.
Por esto, Twitter implementó una nueva política de verificación de afirmaciones, que consiste en ampliar la información acerca de hechos que alguien publica sin suficientes bases, así pues, según la BBC, “el primer mensaje en tener la advertencia de Twitter fue uno en el que Trump afirmaba que las papeletas de votación por correo no eran confiables en absoluto”, a lo que el mandatario respondió culpando a Twitter de violar su derecho a expresarse libremente y amenazó con regular la red social.
Adicional a lo anterior, se hacen notar las cuentas falsas que difunden mensajes con la ayuda de hashtags (#) de alto alcance para dar relevancia a un tema o personaje, un claro ejemplo es el caso de la propaganda del Estado Venezolano, donde para febrero de 2019, “el análisis de la actividad y contenido de casi 9 millones de publicaciones permite observar cómo el Gobierno usa cuentas falsas para amplificar su propaganda. Su objetivo es hacer ver que tiene más apoyo popular del que tiene en realidad” (El País). En este caso Twitter intervino cancelando dichas cuentas.
Teniendo en cuenta lo mencionado, es de vital importancia no consumir sin antes filtrar la información que circula en internet. Hay quienes se cobijan con el derecho a la libre expresión para difundir noticias falsas, mensajes que promueven odio e incluso manipular su imagen en las redes. Para contrarrestar esto, lo más importante es la responsabilidad individual en cuanto a decidir qué consumir y qué difundir.
https://elpais.com/tecnologia/2019/02/07/actualidad/1549571078_716504.html