Dove y Reverse selfie: La campaña que dará mucho de qué hablar

Dove y Reverse selfie: La campaña que dará mucho de qué hablar

Algunas “charlas” son parte del crecimiento, por ejemplo, cuando nos sentamos a hablar sobre cómo lidiar con el acosador de la clase o sobre temas como el sexo, el consentimiento y la pubertad. Hoy en día, con el crecimiento de las redes sociales, los filtros y las selfies, nunca ha sido mejor momento para tener la Selfie Talk y ayudar a sus hijos a enfrentarse al mundo digital. Así que, empecemos.

¿Cómo afectan las redes sociales al bienestar?

Más de un tercio de los adolescentes pasa 3 horas al día (o más) en su feed de las redes sociales, así que es evidente que estas no van a desaparecer. Pueden ayudarnos a mantenernos conectados con nuestros amigos y familiares, a guardar recuerdos, a conocer personas de distintos orígenes e incluso, a dominar el último baile de moda.

Entonces, ¿por qué los jóvenes están más predispuestos a experimentar una baja autoestima, estado de ánimo y confianza en sí mismos cuando pasan más tiempo en las redes sociales? Los científicos están convencidos de que es la forma (y no la cantidad) en la que los jóvenes utilizan las redes sociales lo que determina si estas influyen positiva o negativamente en su vida.

Interactuar activamente con otros y compartir contenido puede hacernos sentir conectados y mejorar nuestro estado de ánimo. Sin embargo, si pasamos mucho tiempo mirando las redes sociales de forma pasiva, también nos podemos sentir solos y desconectados. Uno de los efectos negativos de las redes sociales es que nos hacen centrarnos en nuestra apariencia y hacernos sentir que no somos lo suficientemente buenos cuando no tenemos un aspecto determinado. En cuanto a la relación entre las redes sociales y la baja autoestima, buscar validación a través de los “me gusta” y los comentarios, así como hacer comparaciones con los demás, también puede tener un efecto negativo. Esto se debe principalmente a que muchas de las fotos que vemos en Internet están distorsionadas digitalmente y no representan la vida real.

Distorsión digital vs. realidad

En las redes sociales, solemos ver solo los mejores momentos de la vida de las personas y en general, solo comparten las “mejores” versiones de sí mismos. El hecho de que las imágenes que sus hijos ven en Internet están cuidadosamente seleccionadas, editadas y filtradas puede afectar de forma negativa su confianza corporal.

Cuatro de cada cinco niñas aseguran que comparan su apariencia con la de otras personas en las redes sociales, lo que hace que publicar la “selfie perfecta” se convierta en una obligación más que en algo divertido. Nuestra reciente investigación muestra que las niñas se toman hasta 14 selfies en promedio para tratar de tener el “aspecto” ideal antes de elegir la ideal para una publicación. Los filtros de redes sociales también nos permiten alterar nuestra apariencia para reproducir estereotipos de belleza poco realistas, como eliminar manchas, iluminar la piel, alargar las pestañas… y la lista no tiene fin.

Tomar selfies y utilizar filtros puede ser una forma de creatividad y autoexpresión. Pero cuando se utilizan para ajustarse a los estándares de belleza de la sociedad, o porque su hija no se siente segura publicando fotos sin editar, es una señal de un posible problema. De hecho, una cuarta parte de las niñas cree que no se ve tan bien si no edita sus fotos, de modo que nunca ha sido mejor momento para tener la Selfie Talk.

La Selfie Talk: cómo hablar con sus hijos

Puede ayudar a sus hijos a reflexionar de forma crítica e inteligente sobre el uso de las redes sociales y mejorar su autoestima, confianza y bienestar al enseñarles lo siguiente:

Entender la distorsión digital

Hablen de las técnicas y herramientas que la gente utiliza para editar sus imágenes y hagan una lista juntos. Nuestro breve video “Una selfie” ayuda a descubrir las poses, los ángulos de la cámara, la iluminación especial, el maquillaje y los filtros que se utilizan para conseguir la “foto perfecta”.

Evitar la trampa de la comparación

Cuando su hija esté navegando, recuérdele que está viendo los mejores momentos de otra persona. Ayúdele a desarrollar una relación sana con las redes sociales analizando si las imágenes que ve son un punto de comparación justo (pista: no lo son). Si son adolescentes, sugiérales que vean “Girls Room”, una serie dramática de 6 episodios que aborda temas como las redes sociales, la imagen corporal y la comparación.

Hacer que las redes sociales vuelvan a ser “sociales”

Hablen sobre cómo utilizar las redes sociales de forma más consciente para conectarse e interactuar de forma activa con otras personas. Pídales que dejen de seguir las cuentas que no les hacen sentir bien, o que utilicen la función de “ocultar” en aplicaciones como Instagram.

Crear contenido diverso y real

Discutan las formas de crear un espacio virtual más positivo y diverso para ellos mismos y para los demás. Hábleles de cómo pueden invertir más tiempo en publicar cosas que reflejen sus intereses, actividades con amigos y cualidades personales (sin distorsión digital, por supuesto).

Aprender a detectar la publicidad

A medida que los influencers en las redes sociales se hacen más y más populares, puede ser difícil detectar qué es un anuncio y qué no lo es.

Afrontar el ciberacoso

Desarrollen un plan para afrontar el bullying cibernético.

Desconectarse

Cuando se trata de jóvenes y redes sociales, es posible que deba animarlos a tomarse un descanso si se sienten abrumados o no lo disfrutan. Establezca límites de tiempo frente a la pantalla y motívelos a dar un paseo, llamar a un amigo o a ser creativos sin necesidad de estar frente a la pantalla.

Mantener un feed positivo

Recuérdeles que pueden dejar de seguir las cuentas que los hacen sentir mal, utilizar la función “ocultar” para eliminar las publicaciones de su feed y hacer que las redes sociales sean un espacio personal para disfrutar.

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