Córdoba, Argentina. Laura Cáceres – Directora de cuentas y Lucho González – Director creativo de Avión de papel.
Avión de papel ya es reconocido en Córdoba como múltiple ganador cada año en festivales y ahora con WINA la volvieron a romper. ¿Cómo logran alzar vuelo así, siendo una agencia pequeña?
Laura: Buscando las oportunidades, una de las ventajas de ser una agencia pequeña es que nuestros clientes depositan mucha confianza al elegirnos, somos una apuesta para ellos y eso nos da confianza para acercarles propuestas jugadas, algunas se aprueban otras no, y algunas de esas resultan adecuadas para presentar en festivales. Nosotros seguimos el circuito, porque sabemos que son importantes para nuestra industria, que detrás de cada uno de ellos hay un gran esfuerzo de organizadores, agencias, colegas y marcas por lo cual buscamos oportunidades para participar, siempre nos suma.
Lucho: Los reconocimientos son parte de la industria en la que estamos. Competir en festivales y representar a Córdoba siempre está bueno para tantear el laburo a nivel internacional. Para nosotros es un orgullo que nuestro trabajo sea premiado por colegas publicitarios, eso quiere decir que vamos por buen camino. Seguimos y acompañamos a WINA desde sus inicios, dándonos cuenta que la vara está cada vez es más alta. Este año estamos muy contentos con nuestra participación y con poder traernos a Argentina la estatuilla de Plata en la categoría de “Covid”.
Si les hicieran una oferta muy tentadora para dejar de ser independiente ¿La aceptarían? ¿Por qué?
Laura: La verdad, no hemos fantaseado nunca con esa idea, creo que todo dependería de las circunstancias.
Lucho: Creo que hoy el manejo del tiempo es un factor determinante de mi vida, el modelo independiente me brinda eso, no creo que pueda existir esa flexibilidad dejando de ser independiente.
¿Qué es lo mejor de ser independiente?
Laura: Creo que la libertad, o la idea de libertad al momento de enfrentar algún proyecto. Nos acercamos a clientes que nos parecen atractivos por “X” razón, o aceptamos proyectos que nos entusiasmen por múltiples razones. El poder manejar el flujo de trabajo para que, en la medida de lo posible, no nos lleve puestos la vorágine cotidiana, que muchas veces te hace perder el diálogo con el cliente.
Lucho: Lo mejor es poder tomar decisiones en los tiempos que creemos convenientes para nuestro modelo. Poder crear una metodología de trabajo propia e invitar a los clientes a apostar en ella es un lindo desafío.
¿Y… qué es lo mejor de ser publicista?
Laura: Creo que es una profesión que te obliga a estar siempre atenta, un oficio divertido.
Lucho: Que no sabes cuál será el próximo brief y de qué categoría será tu cliente, y eso es muy emocionante. Por otro lado, ser publicista hoy en día, nos brinda la posibilidad de ocupar este rol de manera responsable y poder poner nuestro grano de arena en la sociedad con piezas comunicacionales que se adapten a las necesidades de la gente.
¿Cómo fue ese momento en que decidieron estudiar o ejercer la publicidad?
Laura: Probando, al salir del secundario, creo que como a muchos, me tomó un tiempo saber lo que quería hacer, pero yo empecé inscribiéndome y probando si me gustaba, tuve esa posibilidad, que no es poco… Me tomé algún semestre entre medio por algún viaje, después otros porque me convertí en mamá, y después retomé los estudios para recibirme ya más decidida y clara con lo que buscaba, con Avión en marcha fue mucho más fácil visualizar de qué se trataba.
Lucho: Estudié publicidad por descarte, y en mis primeros años me di cuenta que quería dedicarme toda mi vida a esto.
¿Si no hubiera sido publicista, qué le hubiera gustado ser? ¿Por qué?
Laura: Fue mi primera opción, también me interesaban los idiomas, el traductorado de inglés, pero nunca llegué a intentarlo.
Lucho: Estaba entre estudiar Ingeniería o Arquitectura. Recuerdo haber visto las mallas curriculares y me interesaron mucho las materias que tenía la carrera de Publicidad.