Seamos un motor de cambio desde la comunicación

Seamos un motor de cambio desde la comunicación

Jorge M. Rodrigo, Director Creativo General en Jorge M. Rodrigo Ad Studio

Jorge M. Rodrigo es creativo desde hace más de 18 años, en este tiempo ha trabajado desde agencia para marcas como Coca-Cola, Disney, Vodafone, Orange, Leroy Merlin, KIA Motors, El País, Amnistía Internacional, Radio Televisión Española, Kelme, Jeep y muchas más. También creó y desarrolló los departamentos creativos internos de marcas internacionales como Cecotec o Taurus Group, consiguiendo una treintena de reconocimientos entre las dos y conseguir que la agencia de Taurus fuera agencia in-house del año en España en 2020.

En total en su carrera ha conseguido reconocimientos en Cannes Lions, New York Festivals, El Sol, WINA Festival, Lürzers Archive, Top FICE,  Ads of the World, Bowery Awards o Luum Awards entre otros, además como realizador de Cine y Publicidad ha conseguido 50 premios nacionales e internacionales y más de 300 selecciones en festivales de 45 países.

¿Cómo le parece el nacimiento de festivales enfocados en las causas sociales y medioambientales como Luum Awards?

Muy necesarios, la gente ya es consciente de que todos tenemos que cambiar y mejorar muchas cosas en el planeta y la sociedad, y por eso nos exige a todos,  marcas, agencias, instituciones, profesionales… que seamos un motor de cambio desde la comunicación, que demos luz a temas que es necesario conocer para poder arreglar o mejorar; y premios como Luum Awards son un reflejo de la sociedad actual y de nuestro gremio y, por tanto, parte de ese motor de cambio, ya que valoran, apoyan y dan visibilidad a esas agencias, profesionales, marcas, instituciones y personas que intentamos cambiar y mejorar el mundo y la sociedad, algo que debemos exigirnos, no esperar a que nos lo demanden.

¿Qué tanto impacto tuvo en usted la producción “Émile” con la que ganaron en los pasados WINA y Luum Awards?

Bueno, en realidad en el WINA habrá que esperar a la próxima edición a ver si hay suerte, ojalá tenga que contestar a esta pregunta en unos meses… (risas). Respecto a ganar en Luum Awards fue una gran alegría y una experiencia increíble, todos los premios son importantes pero un festival que, como comentaba, da voz y reconoce a campañas que utilizan la publicidad y la comunicación para poner temas encima de la mesa, hacer ver que hay cosas que mejorar, que hay personas que requieren nuestra ayuda y causas que necesitan el apoyo de todos, es mucho más, porque ya no sólo se premia una buena idea sino, también una idea que buena para la sociedad. Para mí es una sensación muy bonita y muy profunda, porque demuestra que nuestra profesión se preocupa y puede ser parte de la solución a estos problemas, y es que yo estoy convencido que debe ser parte de la solución.

¿Cuál es la mejor forma de contar una historia tan compleja como la del suicidio en tan pocos segundos?

La realidad es que entre todos los temas que afectan a la sociedad actual seguramente el suicidio sea del que menos se haya hablado. No se cuenta nada sobre él, no se dan datos y es un tema tabú en medios de comunicación. Al final es algo que es más difícil de entender por parte de la gente, no tiene visibilidad sino tienes una historia cerca. Por todo esto creí que hacer una campaña sobre el suicido requería algo que normalmente no se hace en comunicación social, hablar a las personas que tengan tendencias o pensamientos suicidas y no dirigirme a la sociedad en general. La pieza comunica muchas cosas, entre ellas que querer suicidarte muchas veces no tiene que ver con lo que tienes o con lo que se ve desde fuera, es algo interno y que nadie entiende porque esa angustia la lleva la persona por dentro, pero sobre todo y, a pesar de ser una pieza dura, quería que también fuera esperanzadora, mostrar que quizás este momento, ese sentimiento que se tiene ahora duela, agobie y parezca no tener fin, pero que hay otra vida esperándote y que si te suicidas nunca podrás vivirla, sentirla o compartirla, siempre he creído que merece la pena seguir, aunque sea por curiosidad.

¿Cómo lograr atrapar en los primeros 7 segundos para que una publicidad audiovisual no sea rechazada?

Yo creo mucho en las historias, siempre lo he entendido así, antes, incluso, que llegaran términos como Story Telling o Brandend Content a nuestras vidas, ya lo hacía en televisión en 20 y 30 segundos. No creo en eso de distinguir publicidad, cine, series… todo es contar una historia, quizás en diferentes formatos y códigos, pero cuentas una historia, al fin y al cabo, porque al ser humano desde siempre lo que le interesa son las historias, las que les cuentan y las que ellos mismos quieren contar, solamente hay que echar un vistazo a las redes sociales, nuestra marca personal es la historia que contamos sobre nosotros mismos. De todas maneras, sinceramente, si en esos 7 segundos no metes producto o promoción, no haces sentir a la gente que le estás intentando vender algo, estoy seguro que no se rechazará esa publicidad.

¿Las buenas historias dependen de buenos presupuestos?

No, por suerte no. Las buenas historias, las buenas ideas ya son buenas de por sí, lo que sí que necesitan es de pasión, ganas y esfuerzo por sacarlas adelante, sobre todo si no hay presupuesto, y que sigan manteniendo su alma, que su esencia no se pierda en el proceso. Dicen que cuanto menos dinero tienes, de más libertad creativa dispondrás, y hay mucha verdad ahí, esta pieza tuvo un presupuesto irrisorio, pero pude crearla a mi manera y con mi visión.

¿Cuál ha sido esa producción que más te ha impactado de todas las producidas por tu estudio?

Yo soy de las personas que le ponen toda el alma en lo que hace y todas las piezas tienen algo que, para mí, las hacen especiales por diferentes motivos. Émile, sin duda, para mí tiene algo distinto, el fin de la campaña, el mensaje, la libertad que tuve, y por supuesto por la acogida que está teniendo y hasta donde está llegando el mensaje… pero, también, por haber podido hacer realidad el proyecto por mis propios medios, por la experiencia en sí misma de crearlo o por las muchísimas anécdotas y buenos recuerdos de este proyecto en Costa Rica, de esas localizaciones y momentos con gente de muchísimo talento como Abel Guier, protagonista, compositor y gran amigo, que junto con Alberto Moreno crearon la música de Émile y forman el grupo Mimayato o, ya en postproducción, personas como Federico Miranda, dando su toque en el diseño de sonido, números uno en su campo, de hecho, acaban de ser premiados por la asociación de compositores y autores musicales de Costa Rica en diferentes categorías por distintos trabajos, desde aquí de nuevo mi enhorabuena. Por supuesto, el resto de actores, el equipo técnico… La verdad es que Émile es algo que siempre llevaré conmigo, porque tuvo un gran impacto a nivel personal y, por suerte también, está teniendo un gran impacto en los demás haciendo que se hable y reflexiones sobre el gran problema que es en nuestra sociedad el suicidio.