La Conferencia de Cambio Climático de las Naciones Unidas del año pasado, comúnmente conocida como COP26, fue anunciada como quizás nuestra mejor oportunidad para evitar una catástrofe climática. La ambición genuina fue evidente en las finanzas y la conservación, pero la renuencia de los principales exportadores y quemadores de carbón a eliminar gradualmente los combustibles fósiles y la falta de medidas importantes para proteger a las comunidades vulnerables y las naciones en desarrollo sugiere que, a medida que se asiente el polvo, la COP26 será vista como un paso incremental en lugar de transformacional hacia el cero neto.
Seis meses después, el panorama mundial está en constante cambio. Sin embargo, el enfoque en cero neto ha seguido siendo primordial en el contexto de una crisis energética global que se avecina y los llamados urgentes para una transición verde. La comunidad internacional parece estar galvanizándose con la promesa de compromisos globales no solo en carbono sino también en plásticos y biodiversidad.
En el sector privado, desde las finanzas hasta las marcas, muchos se han sentado a la mesa y se han comprometido con la transformación sostenible a escala. Las marcas, como negocios, tienen un papel crucial que desempeñar en la descarbonización de sus operaciones y cadenas de valor, reduciendo la dependencia de recursos finitos y erradicando el desperdicio.
Sin embargo, la implicación para las marcas podría ser mucho más sísmica. El informe más reciente del IPCC ha establecido que el cambio de comportamiento tiene el potencial de reducir las emisiones globales en un 40-70 % para 2050. Cada vez más, las marcas tienen un papel reconocido que desempeñar para ayudar a los consumidores a hacer la transición hacia estilos de vida más sostenibles. Usando el poder del propósito, la narración y la habilitación del comportamiento, junto con la innovación y la reingeniería, las marcas pueden cambiar el rumbo y ayudar a los consumidores a adoptar opciones más sostenibles.
Nuestro último informe examina cómo las marcas pueden comenzar a comprometerse con los compromisos que surgen de la COP26 y enfrentar tres desafíos clave: Brecha entre la ambición y la realidad; Década de la Entrega; y la paradoja del crecimiento.
La ciencia del comportamiento, la publicidad, las relaciones públicas y las comunicaciones desempeñarán un papel importante para ayudar a impulsar este impacto positivo. Las nuevas realidades de la sostenibilidad verán una mayor necesidad de cambio de comportamiento, educación pública y del consumidor, y estrategias impactantes que convoquen a las partes interesadas en torno a ambiciosos objetivos ambientales y sociales. Las marcas están en una posición única para construir un puente entre estos compromisos globales y las acciones cotidianas.
La Práctica de Sostenibilidad dentro de Ogilvy Consulting está en una posición única para ayudar a las marcas a abordar estos problemas. Lea el informe a continuación y póngase en contacto para analizar los desafíos de su marca de sostenibilidad
Tomado de: https://www.ogilvy.com/ideas/our-actions-matter-planning-positive-impact
