Por Luli Pierri, COO de Humo Rojo.
Las campañas de turismo han evolucionado rápidamente con la digitalización. Ahora los destinos compiten no solo por la belleza de sus paisajes, sino también por cómo se presentan en el espacio digital.
En un mundo cada vez más interconectado, donde las plataformas digitales dominan gran parte de la conversación, posicionar un destino turístico se ha convertido en un desafío que exige creatividad, autenticidad y un enfoque adaptado a las nuevas tendencias del mercado. En este contexto, las campañas de turismo juegan un rol desafiante, no solo para atraer visitantes, sino también para construir una imagen de marca sólida y diferenciada que perdure en la mente del público.
El primer gran obstáculo que enfrentamos las agencias que trabajamos para destinos turísticos es la saturación digital. Los usuarios están expuestos todos los días a una gran cantidad de anuncios y contenidos que promueven destinos de todo el mundo. Destacar nuestro destino en este entorno requiere una estrategia bien pensada que no solo capte la atención, sino que también genere una conexión emocional con la audiencia.
Para una estrategia de comunicación efectiva en turismo, es necesario mostrar aquello que hace único al destino, ya sea su cultura, sus paisajes o eventos especiales. Las imágenes deben reflejar la autenticidad del lugar y no crear expectativas irreales, ya que la confianza es clave en la relación entre el turista y el destino. Asimismo, hacer énfasis en la facilidad de acceso al lugar es crucial. Los turistas valoran cada vez mas los detalles prácticos, como la conectividad aérea, la infraestructura de transporte y la comodidad de los servicios ofrecidos.
La cultura y la identidad local son activos invaluables para cualquier destino. Mostrar las tradiciones, el arte, la gastronomía y el modo de vida de la comunidad es esencial para crear una campaña auténtica. Al resaltar la riqueza cultural, se puede atraer a personas que buscan algo más que una simple visita turística, que desea conectarse con la historia y el espíritu del lugar.
En los últimos años, las expectativas de los viajeros cambiaron significativamente, ya que ahora buscan experiencias auténticas y responsables, exigiendo que los destinos adapten su oferta para alinearse con valores como la sostenibilidad o el respeto por la cultura de la población local.
Es por esto que las campañas de turismo en la era digital deben ir más allá de la promoción superficial. Se trata de construir puentes entre el destino y los turistas a través de emociones, historias y experiencias auténticas. En un mercado tan competitivo, la creatividad y la conexión genuina con los valores del viajero son esenciales para posicionar un destino y asegurar su éxito a largo plazo.
A su vez, medir el éxito de una campaña turística es tan importante como diseñarla. Afortunadamente, la tecnología hoy nos permite evaluar el impacto en tiempo real a través de distintos indicadores. El tráfico al sitio web del destino, las interacciones en sus redes sociales, tanto con “likes” como consultas, son una muestra clara de interés. No obstante, el éxito de una campaña puede medirse a través del incremento en la venta de pasajes, las reservas de alojamiento o actividades turísticas, que representan indicadores sólidos del impacto logrado. Las encuestas de satisfacción y las reseñas online también proporcionan un feedback valioso sobre la experiencia real del turista, permitiendo ajustar la estrategia si es necesario.
En conclusión, las campañas de turismo en la era digital deben ser creativas, auténticas y centradas en la conexión emocional. Solo así podrán destacar en un mercado cada vez mas competitivo. Y aunque las métricas tradicionales como el número de visitas al destino y reservas siguen siendo esenciales, el verdadero éxito reside en crear experiencias memorables que inspiren a los turistas a regresar y compartir su vivencia con otros.