Inspiración Divina en el Valle Sagrado

Inspiración Divina en el Valle Sagrado

Brindando Educación y Bienestar para los Niños del Arcoíris.

Cuando hacemos caso a llamados divinos, podemos lograr más de lo que imaginamos y convertirnos en verdaderos agentes de cambio. Fue de esta manera que nació, hace 23 años, la Fundación Niños del Arcoíris. Hoy en día, la Fundación brinda al año, educación y servicios de salud para más que 200 niños en situaciones de vulnerabilidad.

Ubicada en Urubamba, una ciudad en el Valle Sagrado de Perú, Niños del Arcoíris ofrece un programa educativo integral para estudiantes, de entre los 3 y 13 años de edad, que incluye clases de inglés, quechua, música, teatro, tecnología, y nutrición, entre otras materias. La Fundación tiene un gran énfasis en la nutrición de sus estudiantes, quienes reciben almuerzos y refrigerios nutritivos todos los días en la escuela. Además, La Fundación asegura que los niños están evaluados para detectar anemia, desnutrición y obesidad. La organización sin fines de lucro también cuenta con personal médico para realizar chequeos regulares, inmunizaciones gratuitas, y detectar y tratar parásitos, así como dentistas para control de salud dental y la entrega de kits de higiene bucal a los niños.

De esa manera, la Fundación Niños del Arcoíris busca “formar ciudadanos responsables capaces de aportar a la sociedad cambios positivos”.

Para financiar este gran esfuerzo, la ONG tiene cabañas de hospedaje para turistas que quieren explorar el Valle Sagrado y el cien por ciento de las ganancias van a la Fundación. También recibe donaciones y voluntarios.

Invitamos a los participantes y jurados de la presente edición de los Luum Awards (2024) a realizar un voluntariado de un día con Niños del Arcoíris y hospedarse en sus instalaciones. ¿Será que la comunidad creativa global puede aportar al desarrollo de estos futuros agentes de cambio?

A continuación, les compartimos una entrevista con Alessandro Antonio del Campo Gaete, Gerente General de la Fundación Niños del Arcoíris, donde le preguntamos sobre el origen divino de la Fundación, como se diferencia a otros programas educativos, sobres las necesidades actuales, entre otros temas. Esta entrevista ha sido editada para brevedad y claridad.

Luum: ¿Cómo se lanzó esta organización y por qué en Urubamba? 

Alessandro: Niños del Arco Iris nació hace 23 años de la mano de su fundadora, Helena van Engelen, más conocida como Mamita Helena. Y tiene su origen en un “llamado” (como a ella misma le gusta llamarlo) que Helena sintió cuando estaba atravesando por un momento delicado en su vida.

Tal y como ella misma cuenta, Helena vio un reportaje de niños en Lima y se quedó profundamente sensibilizada con las grandes necesidades que había para la infancia en Perú. Así que, en uno de sus viajes por el Valle Sagrado de los Incas, vivió una experiencia transformadora que serviría de inspiración para fundar Niños del Arco Iris. Cuenta Helena que mientras estaba visitando la Plaza de Armas del Cuzco el sacerdote de una iglesia al que acercó a ella en las inmediaciones de la plaza cuzqueña y le dio un mensaje mediante el cual le anunciaba que tenía una misión que llevar a cabo en Perú.

Cuando Helena, profundamente conmovida salió de la iglesia, se encontró con un grupo de niños que estaban trabajando, concretamente limpiando botas. Y entonces esos niños empezaron a gritar “mira el cielo, mira el cielo” y cuando ella alzó la mirada vio en el horizonte un precioso arcoíris que le sirvió de inspiración para el nacimiento de la Fundación.

Luum: ¿Qué hace que Niños del Arco Iris sea diferente a otros programas educativos?

Alessandro: En la Fundación Niños del Arco Iris, ofrecemos a los niños un programa integral que abarca no solo la educación sino también la nutrición y la salud, que está directamente relacionada con el bienestar de los niños. Y eso es de vital importancia puesto que, el hecho de que los niños se encuentren sanos influye de una forma directa y muy determinante en el desarrollo de sus capacidades para el estudio; así como en el desarrollo de sus habilidades. Y es gracias a éstas que van a poder alcanzar con mayor facilidad todas sus metas y objetivos.

Y, por otro lado, me gustaría resaltar también la importancia de ofrecer a los niños un entorno sano y seguro puesto que en la Fundación los niños están bajo una protección amorosa por parte de todos los que la componemos. Y eso permite a los niños ser verdaderamente niños. Es decir, vivir su infancia a través del aprendizaje y el juego sin tener que asumir algunas responsabilidades que por edad no les corresponden y que fuera de Niños del Arco Iris seguramente tendrían que asumir debido a sus circunstancias familiares y personales.

Luum: ¿Cuáles son estas historias que les parece más representativas de las situaciones de los niños en el programa?

Alessandro: La primera historia que viene a mi mente es la de Daniel. Dani es un chico que ha estado con nosotros, en la Fundación, desde que era muy pequeño. Ahora ya está en sexto de primaria. Destaco su caso porque involucra a toda la familia.  Ellos viven en un pueblo llamado Raqchi que está de camino a Chincheros y a unos 45 minutos de aquí, lo cual no es cerca. Y, desde hace años, su familia ha demostrado tener un firme compromiso con la educación de Dani, priorizándole a él por delante de todos los obstáculos y complicaciones que existen. El chico coge diariamente un autobús, él solo, para poder venir a estudiar a la Fundación.

Se trata de una historia muy linda puesto que demuestra el compromiso de toda una familia, especialmente de unos padres, que han demostrado que cuando se quiere, se puede. Y es un ejemplo lleno de valores, puesto que su hermano mayor ya es ingeniero, y eso hace que Dani también quiera serlo (además de futbolista). Lo cual demuestra que cuando se apuesta por la educación y el amor, se consiguen grandes resultados.

Luum: ¿De dónde vienen los fondos para la fundación?

Alessandro: Todos los fondos que recibimos provienen de nuestros aliados. Y, la mayoría, extranjeros. Y esta realidad me lleva de forma directa a hacer una reflexión al respecto. Así como un llamamiento consciente a las grandes empresas peruanas para que entre todos encontremos la manera de avanzar en cuanto a la filantropía nacional. Considero que tenemos un gran reto por delante en este aspecto destacando la importancia que tiene para mí el que podamos caminar juntos hacia un nuevo concepto de unidad y solidaridad para que, de esta forma y entre todos, podamos ayudar a construir un país cada vez más justo, equitativo y preparado.

Luum: ¿Cuáles son las necesidades de su organización en este momento? 

Alessandro: La primera y principal necesidad es siempre la misma. Y pasa por la necesidad de adherir personas nuevas al proyecto para que puedan invertir en el programa integral que ofrecemos y que es verdaderamente completo.

También tenemos en este momento un gran reto por delante y es el ser capaces de modernizar la educación de los chicos y ponernos a la vanguardia de todo lo que está sucediendo actualmente en el mundo de la tecnología de cara a prepararlos bien para el futuro.

En Niños del Arco Iris estamos muy comprometidos con dar los niños una buena formación en el campo de la tecnología y, estando ubicados en una zona rural como es Urubamba, somos conscientes de que tenemos un gran reto por delante para preparar a nuestros niños para lo que, más que el futuro, ya es nuestro presente más inmediato.

Y no solo en cuanto a formación tecnológica ya que en la Fundación estamos muy satisfechos con nuestro programa educativo puesto que está basado en el desarrollo de las competencias de nuestros estudiantes a través del desarrollo de proyectos. Éstos les ayudan a descubrir, poner en práctica y perfeccionar sus capacidades de cara a solucionar los retos a los que el diario les enfrente.

Luum: ¿Cómo podría ayudarles la comunidad creativa en satisfacer estas necesidades?

Alessandro: Ellos podrían facilitarnos un norte de lo que se necesita hacer para que sumen más personas a este proyecto. Es decir, que es lo que podemos exprimir más y mejor con todo lo que tenemos. Y esto es así porque muchas veces cuando estamos inmersos en algo, es fácil perder la perspectiva. Y, por tanto, desde fuera podrían ayudarnos a ser todavía más conscientes de qué mejorar y cómo; así como ayudarnos a ver cuáles son nuestras principales fortalezas para ver de qué manera podemos seguir orientándolas y dirigiéndolas hacia la misión de lograr nuevos donantes para la Fundación.

Luum: Sabemos que los participantes de los Premios Luum (los voluntarios) no van a cambiar el mundo con un solo día de voluntariado, pero ¿será que pueden contribuir algo significativo a su ONG con su voluntariado o en las semanas después de la experiencia?

Alessandro: Por supuesto que sí, muchísimo. Por mi experiencia en la Fundación, puedo asegurar que la experiencia de nuestros niños junto a un voluntario, puede cambiarles su perspectiva de vida cuando conocen a una persona que hace una actividad que jamás pensaron que se podría realizar. Y, por otro lado, el hecho de ver y de que les puedan explicar que con esa actividad se puede cambiar el mundo, literalmente hablando, puede a su vez transformar sus vidas en un solo día.