2020, el año del caos

2020, el año del caos

Santiago, Chile. Carolina Pinheiro, CEO de Inbrax.

¿Quién diría que a mediados de 2019 Chile iba a pasar por el estallido social de octubre? Finalmente éramos el país estrella del vecindario, anfitriones de la APEC, Cop25 y Copa Libertadores. ¿Y quién sospecharía que en marzo de 2020 íbamos a vivir una crisis sanitaria global, la más grande de los últimos 100 años, con la llegada del Covid-19, que colapsaría la economía mundial y nos obligaría a estar todos encarcelados en nuestros hogares? Sí, podríamos decir que 2020 fue el caos mismo materializado en un año.

En el caos habita la inseguridad, el miedo, la ignorancia, la confusión, el desorden, la incertidumbre (esta última, una de las palabras más usadas el año pasado). El caos es sinónimo de todo lo que desconocemos.  Es errático, es imprevisible. Pero este mismo caos nos obliga o nos permite, dependiendo del punto de vista, a movernos de nuestra zona de confort, y a mirar el mundo desde otra perspectiva. Nos permite ejercitar la creatividad y evolucionar.

2020 vino para enseñarnos que sólo con trabajo en equipo, con cooperación, en conjunto, en una sociedad cohesionada, unida, podríamos superar esta crisis. 2020 vino para decirnos la importancia de volver a lo esencial, de la empatía y de la solidaridad. Fue bonito ver en el mundo varios ejemplos de cómo, dentro del mismo caos, las marcas adaptaban sus negocios para salvar vidas, o solamente para entregar un pequeño momento de tranquilidad a sus clientes. Fue lindo ver la revalorización de los colaboradores, que se adaptaron a las situaciones más impensadas de trabajo, y mantuvieron el buque andando.

El orden, en algún minuto, volverá a establecerse, pues finalmente es otra cara de la misma moneda de la cual el caos es parte, y uno no vive sin el otro. Sin embargo, tal como la Teoría de la Selección Natural de Darwin, espero que se hagan más fuertes y sobrevivan las empresas que aprendieron a ser más humanas, más conscientes durante la pandemia.